La IFLA a través de su Comité de Catalogación promovió en Copenhague en 1969 una Reunión Internacional de Expertos en Catalogación donde se discutiera el establecimiento de una norma que regulara las forma y el contenido de la descripción bibliográfica internacional para monografías, incrementando con ellas el trabajo cooperativo y de intercambio de información, ya sea en forma manual o legible por máquina, trabajo que exigió una revisión de las reglas de catalogación.
Según Byrum (2000) “el resultado de este trabajo fue el nacimiento del concepto Descripción Bibliográfica Internacional Normalizada (ISBD) que, con una duración de casi treinta años, ha demostrado ser el esfuerzo más satisfactorio de la IFLA para promover la normalización en la catalogación. De hecho, se puede decir que en la historia de la catalogación ningún otro sistema de normas ha gozado de un grado de aceptación mayor que el conseguido alrededor del concepto ISBD, que hoy en día se aplica de forma casi universal”.
“La ISBD es la norma que determina los elementos de datos que se deben registrar o transcribir en un orden específico como base para la descripción del recurso que se está catalogando. Además, emplea puntuación prescrita como medio para reconocer y mostrar estos elementos de datos y hacerlos comprensibles con independencia de la lengua de la descripción” (IFLA, 2010:11)
La ISBD demostró ser demasiado amplia y breve, y su interpretación y aplicación en las bibliografías originales había llevado a prácticas divergentes. Por lo tanto, la IFLA prosiguió estudiando los métodos de catalogación descriptiva utilizado en las bibliografías nacionales dando origen en el año 1971 a la presentación de la ISBD(M) (ISBD para publicaciones monográficas). Garrido Arilla (1999:113) expresa que “esta edición preliminar, fue como es lógico, dedicada a la descripción bibliográfica de monografías, tipo de documentos que constituían la mayor parte de los fondos de las bibliotecas de la época, y sufrió diversas modificaciones con el fin de salvar insuficiencias no previstas inicialmente”.
Está diseñada principalmente como un instrumento para la comunicación internacional de información bibliográfica, destinada no sólo en la catalogación de bibliotecas, sino también en actividades comerciales de libros. Para aplicarla se necesita seleccionar una serie de datos que contiene el documento y disponerlos en forma lógica, ordenada y normalizada sobre algún soporte para su posterior recuperación.
La norma prescribe entonces las fuentes de información donde extraer los datos bibliográficos para construir la descripción de un ítem, el orden en que deben registrarse las áreas y sus elementos constitutivos y un sistema de puntuación a ser utilizada para separar los elementos y las áreas.
Este desarrollo de la IFLA es una de las mayores contribuciones hacia la normalización y uniformidad de la práctica catalográfica y cimentó la preparación de los futuros códigos de catalogación en una simbiosis en la que la ISBD provee sólo la forma de describir y los códigos, la elección y disposición de los encabezados bajo los cuales debe aparecer una descripción en un catálogo o bibliografía. Por ejemplo, las ediciones de 1978 de las AACR2 y sus revisiones están basadas en ellas.
En la Introducción a las ISBD (2011:x) se expresa que “es la norma que determina los elementos de datos que se deben registrar o transcribir en un orden específico como base para la descripción del recurso que se está catalogando. Además, emplea puntuación prescrita como medio para reconocer y mostrar estos elementos de datos y hacerlos comprensibles con independencia de la lengua de la descripción”. Su objetivo se centra en proporcionar “reglas coherentes para la descripción de todos los tipos de recursos publicados, uniformidad en la medida de lo posible, así como especificaciones concretas para determinados tipos de recursos, según lo requiera su descripción”.
Continuamos con la lectura del texto preparado por la Catedra Historia de la descripción documental, conociendo algunas de las personas que elaboraron reglas para organizar las colecciones de sus bibliotecas hasta las Instituciones que a través de Grupos de Trabajo durante el siglo XX elaboraron las distintas ediciones de las ISBD.
Ahora nos centraremos en la edición consolidada 2011. En su Introducción (p. x) se expresa que “es la norma que determina los elementos de datos que se deben registrar o transcribir en un orden específico como base para la descripción del recurso que se está catalogando. Además, emplea puntuación prescrita como medio para reconocer y mostrar estos elementos de datos y hacerlos comprensibles con independencia de la lengua de la descripción”. Su objetivo se centra en proporcionar “reglas coherentes para la descripción de todos los tipos de recursos publicados, uniformidad en la medida de lo posible, así como especificaciones concretas para determinados tipos de recursos, según lo requiera su descripción”.
El proceso de descripción bibliográfica se realiza cumplimentando 9 áreas, a saber (ver Ilustración 5):
A su vez cada una contiene una serie de elementos componentes relacionados que deben asentarse siguiendo un orden y cumpliendo una puntuación establecida. La norma establece que habrá elementos que son Obligatorios (O), Obligatorios si están disponibles u Obligatorios si son aplicables (OA) después del encabezamiento del elemento. (ver Ilustración 6)
Algunas consideraciones a tener en cuenta a la hora de la descripción bibliográfica
Vamos a trabajar con la ISBD Consolidada edición 2011.
En la descripción cada elemento va precedido por su puntuación prescrita o dentro de ella, omitiéndose cuando dicho elemento es el primero del área.
Cada una de las áreas va precedida de un punto, espacio, raya, espacio (. – ), exceptuándose aquellas que comienzan en párrafos aparte, en cuyo caso, el último elemento del área anterior puede terminar con un punto (.)
Si ocurriese repitencia de elementos dentro de las áreas, cada repetición va precedida de la puntuación prescrita adecuada a dicho elemento. En cambio, si se repite un área, como en el caso de las notas, cada una va precedida de punto, espacio, raya, espacio (. – )
Si un elemento o área termina con un punto y la puntuación prescrita para el elemento o área siguiente comienza con un punto, se dan ambos, indicando así, tanto la puntuación prescrita como la de la abreviatura.
Ejemplo: 3ra. ed.. –
Existen dos signos de puntuación que se pueden utilizar en todas o casi todas las áreas:
Los corchetes [ ] que encierra toda aquella información que no se extrae de la fuente prescripta y las interpolaciones en la descripción. En el caso de que elementos sucesivos dentro de una misma área fueran tomados de otra fuente que no sea la prescrita, cada elemento se encierra en su propio par de corchetes.
El signo de omisión, es decir, los tres puntos ( ... ), que se utilizan para indicar la supresión de parte de un elemento y se escribe precedido y seguido de espacio.
Estos signos de puntuación se escriben respetándoles ciertos espacios, ya sea adelante, o a posterior de cada uno, a saber (ver Ilustración 7):
Cada área de descripción tiene asignadas fuentes de información prescritas que se enumeran en un orden de preferencia. (ver Ilustración 8)
Para las áreas 1 a 4 y 6, la información tomada de una fuente distinta a la prescrita se encierra entre corchetes, si se transcribe como parte del área, o se brinda sin corchetes en el área 7 de las notas, al igual que aquella información tomada fuera del recurso.
El recurso que se describe es tal y como se publicó por el editor, productor, distribuidor, etc. No se puede considerar una parte del recurso como fuente prescrita a menos que forme parte del recurso publicado
Los elementos de las áreas 1, 2, 3, 4 y 6 se transcriben del recurso y, siempre que sea posible, en la lengua y escritura del recurso, al igual que las interpolaciones agregándolas entre corchetes. En cambio, para las áreas 5, 7, y 8, como generalmente los datos no se toman del recurso, las interpolaciones no requieren corchetes, y los términos se brindan en la lengua y/o escritura seleccionadas por el centro catalogador excepto: cuando en el área 7 se brindan el título original o una variante, o se transcribir citas, o en el área 8 cuando se indica el título clave.
En algunos casos las ISBD especifican el uso en la descripción de términos o frases en inglés, pero los centros catalogadores pueden emplear equivalentes en la lengua elegida por ellos.
Cuando en la fuente de información aparecen abreviaturas que se utilizan para la descripción, éstas se transcriben tal cual aparecen allí. La información del área 1 no se abrevia ni se omite. Excepcionalmente se permiten abreviar ciertos elementos de la descripción que se encuentren o bien al final o a la mitad del elemento (por ejemplo un título propiamente dicho muy largo), indicando dichas supresiones con el signo de omisión ( … ). Y en el caso de realizar la omisión en la mención de responsabilidad, al signo lo acompaña la abreviatura [et al.] (y otros) entre corchetes.
La ISBD en sus ejemplos utiliza abreviaturas sólo en forma ilustrativa, pero para un correcto empleo, aconseja utilizar alguna norma nacional o internacional. Solo prescribe la abreviatura de omisión [et al.], [s.l.], [s.n.] y las que se encuentran en su Apéndice D.
Las iniciales y los acrónimos se registran sin espacios internos. Las abreviaturas compuestas por más de una única letra se separan, mediante espacios, de las palabras precedentes o siguientes. Cuando las abreviaturas aparecen en yuxtaposición (continuas), cada una se separa de la otra mediante un espacio.
Generalmente se escribe con mayúsculas la primera letra de la primera palabras en cada área, o en ciertos elementos de las áreas, siempre siguiendo el uso apropiada en la lengua y escritura de la descripción.
Las inexactitudes o palabras mal escritas se transcriben tal y como figuran en el recurso, pueden estar seguidas por [sic] (encerrado entre corchetes). Otra opción es añadir el término corregido, encerrado entre corchetes y precedido por [i.e.] (= id est, para significar “es decir”) o su equivalente en otra lengua y/o escritura.
Ejemplo:
Cartilla jeográfica [sic] de la República Oriental del Uruguay
Los símbolos, etc. que no se pueden reproducir mediante los recursos disponibles se sustituyen, encerrando entre corchetes su descripción, en letras o palabras, según convenga, redactándose una nota explicativa si se considera necesaria.
Recordemos que el área 3 no se aplica para describir monografías impresas, por lo tanto no se desarrolla entre los contenidos de este año.